miércoles, septiembre 27, 2006

 

Javier Conde, el Estado y Franco



Está todavía reciente la 3ª edición de Introducción al Derecho político actual, de Javier Conde, un libro que es mucho más que un manual y una guía segura -al menos hasta los años 60- para preparar la oposición a cátedras de Derecho político. Esta obra, publicada originalmente en 1942 en Ediciones Escorial, comprende no sólo un preciso recorrido por las grandes corrientes y nombres de la ciencia jurídica política de la primera mitad del iglo XX, sino también la convocatoria generacional para desarrollar, desde presupuestos científicos y políticos nuevos, la Ciencia del Derecho político. Javier Conde llegó a ser, como Nicolás Pérez Serrano durante los años 30, el capitán de la Escuela española del Derecho político. Esta se desenvolvió intelectualmente entre 1935, fecha de publicación de la tesis doctoral de Conde (El pensamiento político de Bodino) y 1969, cuando apareció La constitución española, de Rodrigo Fernández-Carvajal, un monumento del pensamiento jurídico político. Como Pérez Serrano, Conde fue catedrático en la Central, mentor y maestro de los mejores universitarios y promotor de la gran revista política de su generación, la Revista de Estudios Políticos. En la reedición que mencionamos, que aparece en la colección Arte del Derecho (Ed. Comares), dirigida por el catedrático de Granada José Luis Monereo, se ha incluido un denso estudio preliminar en el que Conde es presentado como el más agudo intérprete político de la realidad fundacional del régimen de Franco. Nadie como él percibió la polarización estatal de las décadas de Franco, a quien consideraba el edificador de esta forma política en España. Por tal razón, el estudio se enmarca en la polémica española sobre el Estado, hasta ahora ocultada por la "trifulca de los historiadores" a propósito de la Guerra civil y los regímenes políticos que la anteceden y suceden. En este prólogo se desmitifica la retórica constitucional del sistema del 78, cuyo desapego oficial por el Estado de las Leyes fundamentales denuncia el complejo de culpa de una generación política tan incompetente como ignorante. Demasiado pretenciosa, en suma, a juzgar por su parva cosecha.

lunes, septiembre 25, 2006

 

Javier Conde, jurista de Estado


«De buen guía ha menester quien se adentra en el infierno, el purgatorio y el paraíso de España». Con estas palabras, tomadas de un bello ensayo de Javier Conde sobre La utopía de la ínsula Barataria (1941), comienza el estudio preliminar a la 5ª edición de una obra fundamental en el pensamiento político español del siglo XX: Teoría y sistema de las formas políticas. Su autor, el mencionado Javier Conde (1908-1975), fue un jurista político singular. De formación socialista, llegó a ser durante unos años el Kronjurist del régimen de Estado del General Franco. El desconocimiento de su pensamiento, así como el silencio que envuelve a su figura, contrastan vivamente con su talla intelectual. Ningún jurista o politicólogo de la llamada «Transición» se le asemejan.
La Editorial Comares y el profesor José Luis Monereo, director de la Colección «Arte del Derecho» de la casa granadina, ofrecen el escueto volumen de Conde acompañado de una Introducción de Jerónimo Molina: «Javier Conde, un jurista de Estado». He aquí el sumario de ese texto (50 páginas), tal vez, junto a la tesis doctoral de Ana Valero, uno de los pocos estudios serios sobre este gran jurista hispano: 1. Sobre el Derecho político del interregno español; 2. Juventud universitaria (1925-1936); 3. Español depurado y alférez de complemento en Salamanca (1937-1938); 4. Facultativo de la política y consejero de príncipes (1939-1945); 5. Vocación y magisterio universitarios (1946-1956); 6. Los años en hueco (1957-1974); 7. Conde, historiador de las formas políticas.

lunes, septiembre 11, 2006

 

Carl Schmitt en Colombia (y II)

El Seminario internacional «Carl Schmitt: Derecho, Política y Grandes espacios», celebrado en la primera quincena de agosto pasado, reunió en Medellín, en la Facultad de Humanidades y Lenguas de EAFIT, a estudiosos europeos y colombianos. Fue objetivo de sus tres jornadas la divulgación del pensamiento del Viejo de Plettenberg en Colombia –un país que, por desgracia, sufre una guerra civil innominada–, pero también poner de manifiesto la vigencia de su categorización de la política y el derecho para un mundo que ahora conoce los efectos del eclipse de la Estatalidad.
La lección inaugural (miércoles, 9 de agosto), auspiciada por el Rector de EAFIT, fue pronunciada por Günter Maschke, tal vez más importante entre los escritores políticos de la derecha schmittiana. Su discurso se ocupó de inquirir en las, a su juicio, «Tres razones en el antiliberalismo de Carl Schmitt». Abundó el estudioso de Francoforte del Meno en las motivaciones de política interior (pluralismo despolitizador del liberalismo) y exterior de su afecto antiliberal.
La primera sección del seminario –Estado de excepción: guerra y dictadura–, moderada por el profesor de filosofía de EAFIT Saúl Echavarría, convocó a los profesores Jorge Giraldo Ramírez y Jerónimo Molina. El primero, profesor de Ciencia política en EAFIT, disertó sobre una «Teoría de la guerra» apoyado en una lectura minuciosa de Schmitt y revisando las categorías del partisano y el criminal. Su distinción entre uno y otro es toral para la adecuada comprensión de la guerra contemporánea: pues el criminal «no tiene enemigo», mientras que el partisano sí. El profesor Molina, de la Universidad de Murcia, realizó una acotación sistemática del concepto de dictadura y revolución legal en Schmitt, sin perder de vista el problema de los «golpes de Estado», sorprendentemente ausente, como hizo ver el ponente, en un jurista político tan pegado a las situaciones excepcionales.
La segunda sección –El guardián de la constitución: democracia y justicia constitucional (10 de agosto)– estuvo moderada por el profesor Esteban Hoyos Ceballos, profesor de Derecho público en EAFIT. El profesor Molina disertó en primer lugar sobre la componente telúrica en el pensamiento de Carl Schmitt, destacando la importancia que el espacio tiene en un escritor como Schmitt. El ponente sugirió incluso que unas de las más claras vías de acceso a la teoría del derecho schmittiana es precisamente aquella cuyo presupuesto es la telurización de la política y el derecho –como se poner de manifiesto, por ejemplo, en su estudios sobre el modo de pensar el derecho en órdenes concretos, la teoría del Gran espacio y el concepto de nomos–. A continuación intervino, por EAFIT, el profesor Antonio Barboza. Su contribución, «El debate Schmitt-Kelsen en torno a la justicia constitucional», revisó los hitos fundamentales de la discusión entre los dos juristas, a veces magnificada en exceso. La jornada concluyó con una nueva intervención de Jerónimo Molina sobre «La recepción española de Carl Schmitt», en la que se destacó que, fuera de Alemania, en ningún país ha alcanzado el influjo schmittiano la magnitud que tuvo en España.
La tercera y última sesión del seminario –El nomos de la tierra: grandes espacios y derecho interancional– se celebró el día 11 de agosto y estuvo moderada por el profesor de Derecho público de EAFIT William Restrepo Riaza. El Sr. Maschke leyó una ponencia sobre «La unificación de Europa y la Teoría del Gran espacio», en la que puso de manifiesto las contradicciones letales del proceso supuestamente unificador del continente europeo. Intervino después el profesor colombiano José Alberto Toro, deteniéndose en las relaciones de Schmitt y Morgenthau, así como en sus visiones respectivas del orden internacional. El profesor de la Universidad de Marne-La-Vallée Stephen Launay, en su lección de clausura «Sobre un pensamiento ambivalente de las relaciones internacionales», contrapuso las figuras de Aron y Schmitt, destacando que, el francés, a diferencia del alemán, no fue un «nostálgico» de las formas clásicas del derecho de la guerra.
A principios del próximo año (2007) aparecerán editadas las actas del congreso colombiano.

jueves, septiembre 07, 2006

 

Carl Schmitt en Colombia (I)


El jurista político Carl Schmitt (1888-1985) es un viejo conocido de los universitarios españoles. En ningún país, fuera de Alemania, ha tenido su influencia la magnitud de la española. El régimen de las Leyes fundamentales del General Franco y la edificación de un Estado en España no se entienden sin la inspiración de las grandes obras de Schmitt; tampoco sin el genio de su gran discípulo y adicto español, Javier Conde (1904-1975).
La situación en otras naciones hispánicas es muy diferente, pues en ellas la influencia ha sido siempre indirecta, mediada por los juristas españoles, adversos (el Francisco Ayala “traductor arrepentido” de Teoría de la constitución) o favorables (Javier Conde y la Escuela Española de Derecho político). Pero la presencia de Schmitt en las diversas academias hispanoamericanas es, hasta la fecha, muy menguada. Dejando a un lado México, Argentina y Chile, países en los que el interés varía desde lo puramente académico (los dos primeros) a lo político-constitucional (el último), Schmitt sigue siendo un autor por descubrir. Esta es la razón última de Seminario internacional que le han dedicado, en Medellín (Colombia), las Universidades EAFIT y de Murcia, y la Sociedad de Estudios Políticos de la Región de Murcia.
La reunión colombiana, que tuvo lugar los días 9, 10 y 11 de agosto de 2006, es el primer seminario científico que sobre Schmitt se celebra en aquel país. En los últimos años se celebraron en la Universidad de Buenos Aires dos reuniones sobre el mismo autor, una de las cuales dio lugar al libro Carl Schmitt, su época y su pensamiento (Eudeba, 2002). Más reciente está la Jornada científica que en la Universidad chilena Andrés Bello se le dedicó con motivo del XX aniversario de su muerte: Carl Schmitt, un clásico moderno de la política (7 de abril de 2005). En ella participaron, por cierto, los estudiosos chilenos del realismo político Luis Oro y José Ignacio Vásquez.
Estas referencias pueden dar idea de la importancia del Seminario de Medellín y de las expectativas que ha levantado entre los estudiosos de Carl Schmitt en Hispanoamérica. La trascendencia académica de este acontecimiento es clara (divulgación de su pensamiento; captación del interés de investigadores y doctorandos; edición de las Actas del congreso). Aunque no se puede decir lo mismo de su alcance político, hay un hecho, más bien un contraste indubitable: Schmitt, el escritor cuyo norte fue el Estado, su fortificación y reconstitución, puede ser motivo de inspiración para las elites políticas de un país como Colombia que está en guerra civil y que, por tanto, carece de Estado en el sentido de la teoría política schmittiana.

lunes, septiembre 04, 2006

 

Guillermo Röpke, un liberal atípico


El economista alemán Wilhelm Röpke (1899-1966) sigue siendo, aún hoy, un ilustre desconocido. Los autores, como los libros, tienen su propio destino. El de Röpke ha sido singular: vástago de una familia de médicos rurales del norte de Alemania; combatiente en la Guerra mundial I; socialista y consejero político de algunos gobiernos de la república de Weimar; exiliado en Turquía y definitivamente afincado desde Suiza en 1942; fundador de la Sociedad Mont Pelerin.
Quien durante los años de la inmediata II postguerra alcanzó un crédito intelectual y un éxito editorial verdaderamente raros para un intelectual de sus cualidades, apenas si es hoy reconocido por unos pocos grupos de escritores conservadores en Alemania y Estados Unidos. Curiosamente, uno de los países europeos donde mayor eco tuvieron sus grandes libros de crítica de la cultura (La crisis social de nuestro tiempo y Civitas humana, particularmente) fue España. Su obra fue leída y comentada por los universitarios españoles de los años 40 y 50, tal vez bajo la sugestión de Ortega y Gasset, con frecuencia evocado por el economista alemán. En la actualidad, ni siquiera los liberales españoles tienen memoria de su obra. Las razones son diversas, pero se reconducen a dos: una cierta pereza intelectual o los prejuicios de la Escuela austriaca contra toda representación de la actividad política.
Röpke, el más grande de los economistas ordoliberales europeos, tiene un pensamiento rico cuya vigencia, lejos de declinar, aumenta en la actual situación histórica. Su crítica del paleoliberalismo, el rechazo del feísmo (desde lo urbanístico a lo espiritual) del mundo moderno, asociado a su crítica del capitalismo, lo atestiguan.
La literatura española sobre su pensamiento es escasa, aunque se existen dos obras de referencia para la literatura en lengua no alemana: la obra de Andreas A. Böhmler, El ideal cultural del liberalismo. La filosofía política del ordoliberalismo (Unión Editorial, 1998) y la de J. Molina, La terecera vía en Wilhelm Röpke (Instituto Empresa y Humanismo, 2001).
Desde hace unos años, el pensamiento roepkeano ha suscitado un enorme interés en el ambiente académico italiano. Las reediciones de su obra se han sucedido con cierta regularidad. Lo mismo sucede en Suiza y Alemania. Sus lectores dispone, desde hace un año, de una completa biografía, la más completa publicada hasta la fecha. Su autor es Hans Jörg Hennecke y su título Wilhelm Röpke. Ein Leben in der Brandung (Schäffer/Poeschel, 2005).

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